martes, 24 de noviembre de 2015

Discriminación de Género en países occidentales.

Son números los casos de discriminación de género que se me ocurren para relatar que se puedan relacionar con un pasado no muy lejano para tomar conciencia.
  • Mulán
  • Sufragio Universal
  • Identidad, género y discriminación en el deporte “La Tigresa Acuña”
  • Discriminación de Género en países occidentales
Lo primero que se me ocurre es desde la ficción en relación al cambio que se fue manifestando en las películas de Disney sobre la mujer.
El primer ejemplo de una situación de discriminación que se transformo en una situación de equidad es lo que sucede con Mulan.
Mulán esta joven gusta de la libertad y servir a su pueblo. Ella deseaba ingresar a las filas del ejército del imperio y por ser mujer no estaba permitido pero ella pero encontró la forma haciéndose pasar por un varón; cuando empieza el reclutamiento, los soldados creen que ella también es un hombre y debió pasar por duros entrenamientos, los cuales fueron ejecutados por ella con valentía; de esa forma logró ganarse la confianza y el afecto de todos los miembros de su escuadrón y pudo salvar a su ansiando padre para no ir al ejercito.


Sufragio femenino:
Amnistía Internacional dice que la discriminación en las actitudes familiares, en la cultura y la religión, pero también en el propio Estado. Todavía hay leyes que discriminan a las mujeres frente a los hombres. Cuando es el Estado el que discrimina, las mujeres por ley no tienen derecho a opinar, a decidir, a trabajar o a obtener justicia en pie de igualdad
El voto de la mujer no estaba permitido en gran parte del mundo porque los conservadores negaban la capacidad de la mujer para tomar decisiones adecuadas y los de izquierda temían que los votos de las mujeres, tradicionalmente más ligadas a la religión, por ejemplo, fueran a parar a los grupos más conservadores pero el domingo 21 de junio de 1908, más de 250.000 mujeres procedentes de todo el Reino Unido y de Irlanda se congregaron en las calles de Londres para exigir su derecho al voto en una manifestación sin precedentes.

Gracias a la buena organización y a una gran presencia policial, la marcha transcurrió sin incidentes. Sus peticiones, no obstante, no fueron escuchadas, y a partir de entonces una parte del movimiento sufragista se radicalizó con acciones violentas.

Ese mismo año se creó la Liga por la Libertad de la Mujer y tres mujeres, las hermanas Emmeline y Christabel Pankhurst, y Flora Drummond, fueron encarceladas a raíz de una manifestación feminista en Trafalgar Square.

Las defensoras del sufragio femenino lo hacían desde puntos de vista distintos. Mientras que unas exigían el voto desde tesis feministas, apelando a la igualdad entre hombres y mujeres, otras lo hacían en virtud de las teóricas diferencias de carácter de las mujeres con respecto a los hombres, en la creencia de que el voto femenino daría como resultado leyes más restrictivas en asuntos como el alcohol, por ejemplo, o la atención a los niños y a los más necesitados. Otras defendían el derecho de las mujeres a ser electas, pero no a elegir.

El primer país donde las mujeres pudieron votar en igualdad de condiciones que los hombres fue Nueva Zelanda, en 1893, si bien este territorio aún era parte del Imperio Británico . En algunos países el sufragio femenino ha sido aprobado y revocado varias veces, y en otros, como EE UU, llegó antes que el sufragio universal, por lo que las mujeres pertenecientes a determinadas razas siguieron sin poder acudir a las urnas.
Algunas de la precursoras del voto femenino fueron:

Lydia Chapin Taft. La primera mujer que votó legalmente en EE UU. Lo hizo en 1756, en comicios locales.

Susan Brownell Anthony. Líder del movimiento estadounidense de los derechos civiles, durate la segunda mitad del siglo XIX viajó miles de kilómetros a través de EE UU y Europa (en carruajes, vagones, trenes, mulas, bicicletas, diligencias, barcos, transbordadores, trineos) y dio, durante unos 45 años, entre 75 y 100 discursos por año sobre el sufragio y el derecho de la mujer al mismo.
Katherine Wilson Sheppard (1847-1848). Principal representante del movimiento sufragista en Nueva Zelanda, que estaba inspirado en las ideas del filósofo británico John Stuart Mill . Gracias a su lucha, el entonces territorio británico fue el primero del mundo en reconocer el derecho de la mujer al voto.


En Suiza:
El sistema de la democracia directa permitió excluir durante mucho tiempo a las mujeres de los derechos políticos, ya que el pueblo electoral (masculino), y no sus representantes, tenía la última palabra en cuestiones legislativas. Las mujeres sí podían ser elegidas y votar en algunos cantones y en elecciones locales. En 1968, Ginebra tenía una alcaldesa que todavía no podía votar en comicios federales. Cuando Suiza aceptó firmar la Convención de los Derechos Humanos del Consejo de Europa, lo hizo bajo la condición de que la igualdad jurídica entre sexos no tuviera vigor en su territorio. Ante las protestas ciudadanas, el Gobierno tuvo que revisar su postura y convocó un referéndum, en 1971. Dos tercios de los electores votaron a favor del sufragio femenino, que fue aprobado. En 1968 Ginebra tenía una alcaldesa que no podía votar en las elecciones federales


En Argentina:
La lucha por sus derechos llevó a la conformación de movimientos feministas que lograron en 1925 la sanción de la ley 11.317 que reglamentaba el trabajo femenino e infantil, y en 1926 la ley 11.357 de Derechos Civiles de la Mujer, aunque en forma limitada.

Pero a mediados del siglo XX un hecho cambió sustancialmente la condición de la mujer con la ley del voto femenino que consagra sus derechos cívicos, puesto en práctica por primera vez en las elecciones nacionales del 11 de noviembre de 1951.

El decreto de promulgación de esta ley se firmó, con Juan Domingo Perón, Evita y miembros del gabinete nacional, en septiembre de 1947 frente a una multitud concentrada en la Plaza de Mayo.

Pero no fue el único logro de ese momento, porque también bajo la iniciativa de Eva Perón, la Constitución de 1949 fijó la igualdad jurídica en el matrimonio y en la patria potestad y, años después, en 1954 el gobierno de Perón sancionó la Ley de Divorcio Vincular.
Ambas disposiciones fueron derogadas por la dictadura de 1955, como sucedió más tarde con otros gobiernos dictatoriales que no sólo violaron los derechos civiles y sociales de la población sino que arremetieron con furia contra las conquistas de las mujeres.
Países musulmanes.
La mayoría reconoce el derecho al voto femenino, y los que aún no lo hacen (Arabia Saudí, Emiratos Árabes Unidos, Qatar, Bahrein…) son monarquías absolutistas (aparte de aliados de Estados Unidos y piezas clave en el mercado internacional del petróleo). Los primeros países musulmanes en reconocer el sufragio femenino lo hicieron bajo el comunismo soviético. En Irán las mujeres pueden votar, pero sufren limitaciones a la hora de presentarse como candidatas.

Identidad, género y discriminación en el deporte:

El caso de la Tigresa acuña.
Cuando todavía era muy joven, “La Tigresa” dejó su Formosa natal para mudarse a Buenos Aires en busca de lo que en ese momento era un sueño que parecía imposible. Ella y su marido y entrenador, algo que también fue muy cuestionado por la diferencia de edad, lucharon contra viento y marea para que las mujeres tuvieran lugar en un deporte “de hombres y para hombres”.
El 5 de diciembre de 1997, Marcela Acuña viajó a Estados Unidos para enfrentarse a la Campeona Mundial CMB, Christy Martin. Contra todos los pronósticos, la formoseña aguantó los 10 rounds. El 25 de septiembre de 1998 “La Tigresa” volvió a combatir por el título mundial, contra Lucía Rijker. A pesar de ser derrotada en ambas oportunidades, esas peleas hicieron historia.
Siempre que “La Tigresa” se acercaba a la Federación Argentina de Box (FAB) para pedir su licencia, algo inexistente en ese entonces, le respondían que “la mujer no puede boxear”. “La mujer es igual en todo el mundo, si en otros países puede, ¿por qué acá no va a poder?”, sostenía Marcela. No sólo las autoridades se oponían a la práctica femenina de este deporte, también los boxeadores, que no querían saber nada respecto a entrenar con mujeres, y gran parte de la prensa que las consideraban, erróneamente, sin aptitudes para pelear.

Finalmente, luego de varios años de respuestas negativas, el boxeo femenino fue oficializado y reglamentado en nuestro país. El 21 de marzo de 2001, Osvaldo Bisbal, presidente de la Federación Argentina de Box (FAB), anunció en conferencia de prensa que las mujeres podrían solicitar su licencia y combatir sobre un ring, al igual que los hombres.

La discriminación basada en el género se refiere a la diferencia de roles que se da a cada persona a partir de su sexo biológico. Se convierte a la diferencia sexual en una desigualdad social. Todo lo masculino es valorado como superior respecto de los atributos considerados femeninos. 
La mayor discriminación de la mujer en occidente se da en dos ámbitos específicos: en el ámbito laboral y en el sexual. 
En el trabajo
Diferencias salariales; doble jornada en el trabajo y en el hogar; dificultad para acceder a cargos directivos.
Debido a pautas culturales que asignan roles femenino y masculino en la sociedad, las mujeres que trabajan o desean trabajar viven una situación de doble responsabilidad -hogar/trabajo- que les provoca una serie de conflictos, para su desarrollo personal y profesional. Esto implica realizar esfuerzos de compatibilización de las tareas domésticas con las laborales que inciden negativamente en su disponibilidad para el trabajo o para la formación profesional.
Por otro lado, desde la demanda, los empleadores despliegan una serie de prejuicios con relación al trabajo femenino, que obstaculizan el acceso de las mujeres a los empleos. Esta actitud se sustenta en el supuesto impacto que sobre los costos laborales tiene la función biológica de la maternidad y el hacerse cargo de las responsabilidades familiares.
Trata sexual
La falta de oportunidades coloca a las personas, especialmente a las mujeres y niñas, en una situación de vulnerabilidad frente al accionar de redes de tratantes de personas.
La trata de personas es una actividad criminal asociada a la prostitución y al tráfico de drogas. Es un fenómeno que afecta a todas las regiones y a la mayoría de los países del mundo. Aunque las rutas de los tratantes cambian, el factor que permanece constante es la distinción económica entre los países de origen y los países de destino.
Violencia doméstica:
La conducta violenta abarca todo aquello que provoca daño físico, moral o emocional en quien la sufre. Una de las razones de esta lacra social se basa en la creencia arraigada en la sociedad de que los hombres tienen autoridad para controlar y mantener subordinadas a las mujeres.

Su ejercicio viola la integridad, la autonomía y libertad personal de la víctima del maltrato y menoscaba el pleno goce de sus derechos humanos. Es un acto discriminatorio que tiene efectos traumáticos de manera inmediata en las mujeres, sus hijos e hijas y toda la sociedad.