Son
números los casos de discriminación de género que se me ocurren
para relatar que se puedan relacionar con un pasado no muy lejano para tomar conciencia.
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Mulán
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Sufragio Universal
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Identidad, género y discriminación en el deporte “La Tigresa Acuña”
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Discriminación de Género en países occidentales
Lo
primero que se me ocurre es desde la ficción en relación al cambio
que se fue manifestando en las películas de Disney sobre la mujer.
El
primer ejemplo de una situación de discriminación que se transformo
en una situación de equidad es lo que sucede con Mulan.
Mulán
esta joven gusta de la libertad y servir a su pueblo. Ella deseaba
ingresar a las filas del ejército del imperio y por ser mujer no
estaba permitido pero ella pero encontró la forma haciéndose pasar
por un varón; cuando empieza el reclutamiento, los soldados creen
que ella también es un hombre y debió pasar por duros
entrenamientos, los cuales fueron ejecutados por ella con valentía;
de esa forma logró ganarse la confianza y el afecto de todos los
miembros de su escuadrón y pudo salvar a su ansiando padre para no
ir al ejercito.
Sufragio
femenino:
Amnistía
Internacional dice que la discriminación en las actitudes
familiares, en la cultura y la religión, pero también en el propio
Estado. Todavía hay leyes que discriminan a las mujeres frente a los
hombres. Cuando es el Estado el que discrimina, las mujeres por ley
no tienen derecho a opinar, a decidir, a trabajar o a obtener
justicia en pie de igualdad
El
voto de la mujer no estaba permitido en gran parte del mundo porque
los conservadores negaban la capacidad de la mujer para tomar
decisiones adecuadas y los de izquierda temían que los votos de las
mujeres, tradicionalmente más ligadas a la religión, por ejemplo,
fueran a parar a los grupos más conservadores pero el domingo 21 de
junio de 1908, más de 250.000 mujeres procedentes de todo el Reino
Unido y de Irlanda se congregaron en las calles de Londres para
exigir su derecho al voto en una manifestación sin
precedentes.
Gracias a la buena organización y a una gran presencia policial, la marcha transcurrió sin incidentes. Sus peticiones, no obstante, no fueron escuchadas, y a partir de entonces una parte del movimiento sufragista se radicalizó con acciones violentas.
Ese mismo año se creó la Liga por la Libertad de la Mujer y tres mujeres, las hermanas Emmeline y Christabel Pankhurst, y Flora Drummond, fueron encarceladas a raíz de una manifestación feminista en Trafalgar Square.
Las defensoras del sufragio femenino lo hacían desde puntos de vista distintos. Mientras que unas exigían el voto desde tesis feministas, apelando a la igualdad entre hombres y mujeres, otras lo hacían en virtud de las teóricas diferencias de carácter de las mujeres con respecto a los hombres, en la creencia de que el voto femenino daría como resultado leyes más restrictivas en asuntos como el alcohol, por ejemplo, o la atención a los niños y a los más necesitados. Otras defendían el derecho de las mujeres a ser electas, pero no a elegir.
El primer país donde las mujeres pudieron votar en igualdad de condiciones que los hombres fue Nueva Zelanda, en 1893, si bien este territorio aún era parte del Imperio Británico . En algunos países el sufragio femenino ha sido aprobado y revocado varias veces, y en otros, como EE UU, llegó antes que el sufragio universal, por lo que las mujeres pertenecientes a determinadas razas siguieron sin poder acudir a las urnas.
Gracias a la buena organización y a una gran presencia policial, la marcha transcurrió sin incidentes. Sus peticiones, no obstante, no fueron escuchadas, y a partir de entonces una parte del movimiento sufragista se radicalizó con acciones violentas.
Ese mismo año se creó la Liga por la Libertad de la Mujer y tres mujeres, las hermanas Emmeline y Christabel Pankhurst, y Flora Drummond, fueron encarceladas a raíz de una manifestación feminista en Trafalgar Square.
Las defensoras del sufragio femenino lo hacían desde puntos de vista distintos. Mientras que unas exigían el voto desde tesis feministas, apelando a la igualdad entre hombres y mujeres, otras lo hacían en virtud de las teóricas diferencias de carácter de las mujeres con respecto a los hombres, en la creencia de que el voto femenino daría como resultado leyes más restrictivas en asuntos como el alcohol, por ejemplo, o la atención a los niños y a los más necesitados. Otras defendían el derecho de las mujeres a ser electas, pero no a elegir.
El primer país donde las mujeres pudieron votar en igualdad de condiciones que los hombres fue Nueva Zelanda, en 1893, si bien este territorio aún era parte del Imperio Británico . En algunos países el sufragio femenino ha sido aprobado y revocado varias veces, y en otros, como EE UU, llegó antes que el sufragio universal, por lo que las mujeres pertenecientes a determinadas razas siguieron sin poder acudir a las urnas.
Algunas
de la precursoras del voto femenino fueron:
Lydia Chapin Taft. La primera mujer que votó legalmente en EE UU. Lo hizo en 1756, en comicios locales.
Susan Brownell Anthony. Líder del movimiento estadounidense de los derechos civiles, durate la segunda mitad del siglo XIX viajó miles de kilómetros a través de EE UU y Europa (en carruajes, vagones, trenes, mulas, bicicletas, diligencias, barcos, transbordadores, trineos) y dio, durante unos 45 años, entre 75 y 100 discursos por año sobre el sufragio y el derecho de la mujer al mismo.
Lydia Chapin Taft. La primera mujer que votó legalmente en EE UU. Lo hizo en 1756, en comicios locales.
Susan Brownell Anthony. Líder del movimiento estadounidense de los derechos civiles, durate la segunda mitad del siglo XIX viajó miles de kilómetros a través de EE UU y Europa (en carruajes, vagones, trenes, mulas, bicicletas, diligencias, barcos, transbordadores, trineos) y dio, durante unos 45 años, entre 75 y 100 discursos por año sobre el sufragio y el derecho de la mujer al mismo.
Katherine
Wilson Sheppard (1847-1848). Principal representante del movimiento
sufragista en Nueva Zelanda, que estaba inspirado en las ideas del
filósofo británico John Stuart Mill . Gracias a su lucha, el
entonces territorio británico fue el primero del mundo en reconocer
el derecho de la mujer al voto.
En Suiza:
El
sistema de la democracia directa permitió excluir durante mucho
tiempo a las mujeres de los derechos políticos, ya que el pueblo
electoral (masculino), y no sus representantes, tenía la última
palabra en cuestiones legislativas. Las mujeres sí podían ser
elegidas y votar en algunos cantones y en elecciones locales. En
1968, Ginebra tenía una alcaldesa que todavía no podía votar en
comicios federales. Cuando Suiza aceptó firmar la Convención de los
Derechos Humanos del Consejo de Europa, lo hizo bajo la condición de
que la igualdad jurídica entre sexos no tuviera vigor en su
territorio. Ante las protestas ciudadanas, el Gobierno tuvo que
revisar su postura y convocó un referéndum, en 1971. Dos tercios de
los electores votaron a favor del sufragio femenino, que fue
aprobado. En 1968 Ginebra tenía una alcaldesa que no podía votar en
las elecciones federales
En Argentina:
La
lucha por sus derechos llevó a la conformación de movimientos
feministas que lograron en 1925 la sanción de la ley 11.317 que
reglamentaba el trabajo femenino e infantil, y en 1926 la ley 11.357
de Derechos Civiles de la Mujer, aunque en forma limitada.
Pero a mediados del siglo XX un hecho cambió sustancialmente la condición de la mujer con la ley del voto femenino que consagra sus derechos cívicos, puesto en práctica por primera vez en las elecciones nacionales del 11 de noviembre de 1951.
El decreto de promulgación de esta ley se firmó, con Juan Domingo Perón, Evita y miembros del gabinete nacional, en septiembre de 1947 frente a una multitud concentrada en la Plaza de Mayo.
Pero no fue el único logro de ese momento, porque también bajo la iniciativa de Eva Perón, la Constitución de 1949 fijó la igualdad jurídica en el matrimonio y en la patria potestad y, años después, en 1954 el gobierno de Perón sancionó la Ley de Divorcio Vincular.
Pero a mediados del siglo XX un hecho cambió sustancialmente la condición de la mujer con la ley del voto femenino que consagra sus derechos cívicos, puesto en práctica por primera vez en las elecciones nacionales del 11 de noviembre de 1951.
El decreto de promulgación de esta ley se firmó, con Juan Domingo Perón, Evita y miembros del gabinete nacional, en septiembre de 1947 frente a una multitud concentrada en la Plaza de Mayo.
Pero no fue el único logro de ese momento, porque también bajo la iniciativa de Eva Perón, la Constitución de 1949 fijó la igualdad jurídica en el matrimonio y en la patria potestad y, años después, en 1954 el gobierno de Perón sancionó la Ley de Divorcio Vincular.
Ambas
disposiciones fueron derogadas por la dictadura de 1955, como sucedió
más tarde con otros gobiernos dictatoriales que no sólo violaron
los derechos civiles y sociales de la población sino que
arremetieron con furia contra las conquistas de las mujeres.
Países musulmanes.
La
mayoría reconoce el derecho al voto femenino, y los que aún no lo
hacen (Arabia Saudí, Emiratos Árabes Unidos, Qatar, Bahrein…) son
monarquías absolutistas (aparte de aliados de Estados Unidos y
piezas clave en el mercado internacional del petróleo). Los primeros
países musulmanes en reconocer el sufragio femenino lo hicieron bajo
el comunismo soviético. En Irán las mujeres pueden votar, pero
sufren limitaciones a la hora de presentarse como candidatas.
Identidad, género y discriminación en el deporte:
El
caso de la Tigresa acuña.
Cuando
todavía era muy joven, “La Tigresa” dejó su Formosa natal para
mudarse a Buenos Aires en busca de lo que en ese momento era un sueño
que parecía imposible. Ella y su marido y entrenador, algo que
también fue muy cuestionado por la diferencia de edad, lucharon
contra viento y marea para que las mujeres tuvieran lugar en un
deporte “de hombres y para hombres”.
El 5 de diciembre de 1997,
Marcela Acuña viajó a Estados Unidos para enfrentarse a la Campeona
Mundial CMB, Christy Martin. Contra todos los pronósticos, la
formoseña aguantó los 10 rounds. El 25 de septiembre de 1998 “La
Tigresa” volvió a combatir por el título mundial, contra Lucía
Rijker. A pesar de ser derrotada en ambas oportunidades, esas peleas
hicieron historia.
Siempre que “La Tigresa”
se acercaba a la Federación Argentina de Box (FAB) para pedir su
licencia, algo inexistente en ese entonces, le respondían que “la
mujer no puede boxear”. “La mujer es igual en todo el mundo, si
en otros países puede, ¿por qué acá no va a poder?”, sostenía
Marcela. No sólo las autoridades se oponían a la práctica femenina
de este deporte, también los boxeadores, que no querían saber nada
respecto a entrenar con mujeres, y gran parte de la prensa que las
consideraban, erróneamente, sin aptitudes para pelear.
Finalmente, luego de varios
años de respuestas negativas, el boxeo femenino fue oficializado y
reglamentado en nuestro país. El 21 de marzo de 2001, Osvaldo
Bisbal, presidente de la Federación Argentina de Box (FAB), anunció
en conferencia de prensa que las mujeres podrían solicitar su
licencia y combatir sobre un ring, al igual que los hombres.
La
discriminación basada en el género se refiere a la diferencia de
roles que se da a cada persona a partir de su sexo biológico. Se
convierte a la diferencia sexual en una desigualdad social. Todo lo
masculino es valorado como superior respecto de los atributos
considerados femeninos.
La mayor discriminación de la mujer en
occidente se da en dos ámbitos específicos: en el ámbito laboral y
en el sexual.
En
el trabajo
Diferencias salariales; doble
jornada en el trabajo y en el hogar; dificultad para acceder a cargos
directivos.
Debido a pautas culturales que
asignan roles femenino y masculino en la sociedad, las mujeres que
trabajan o desean trabajar viven una situación de doble
responsabilidad -hogar/trabajo- que les provoca una serie de
conflictos, para su desarrollo personal y profesional. Esto implica
realizar esfuerzos de compatibilización de las tareas domésticas
con las laborales que inciden negativamente en su disponibilidad para
el trabajo o para la formación profesional.
Por otro lado, desde la
demanda, los empleadores despliegan una serie de prejuicios con
relación al trabajo femenino, que obstaculizan el acceso de las
mujeres a los empleos. Esta actitud se sustenta en el supuesto
impacto que sobre los costos laborales tiene la función biológica
de la maternidad y el hacerse cargo de las responsabilidades
familiares.
Trata sexual
La falta de oportunidades
coloca a las personas, especialmente a las mujeres y niñas, en una
situación de vulnerabilidad frente al accionar de redes de tratantes
de personas.
La trata de personas es una
actividad criminal asociada a la prostitución y al tráfico de
drogas. Es un fenómeno que afecta a todas las regiones y a la
mayoría de los países del mundo. Aunque las rutas de los tratantes
cambian, el factor que permanece constante es la distinción
económica entre los países de origen y los países de destino.
Violencia doméstica:
La conducta violenta abarca
todo aquello que provoca daño físico, moral o emocional en quien la
sufre. Una de las razones de esta lacra social se basa en la creencia
arraigada en la sociedad de que los hombres tienen autoridad para
controlar y mantener subordinadas a las mujeres.
Su ejercicio viola la
integridad, la autonomía y libertad personal de la víctima del
maltrato y menoscaba el pleno goce de sus derechos humanos. Es un
acto discriminatorio que tiene efectos traumáticos de manera
inmediata en las mujeres, sus hijos e hijas y toda la
sociedad.