miércoles, 27 de marzo de 2013

La desigualdad condiciona el desarrollo sustentable.





Introducción 
 El tema que como grupo elegimos desarrollar está ligado a las problemáticas ambientales que se produjeron y se están produciendo como consecuencia de la implementación de químicos en la producción agrícola y alimenticia. Esto nos llevo a buscar, dentro de la temática que propicia la bibliografía correspondiente, alguna entidad que represente el desarrollo e implementación científica de los químicos para la agricultura.
 La unidad que elegimos trabajar es la número cuatro. Ésta parte de una pregunta retórica que versa: ¿La desigualdad condiciona el desarrollo sustentable? La respuesta la intentaremos desarrollar a lo largo del trabajo, pero antes consideramos necesario exponer ciertos datos que hacen la base de nuestro informe.
 Como consecuencia de nuestra búsqueda, encontramos en la multinacional Monsanto, el más importante proveedor y exponente de las nuevas tecnologías de alimentos de base transgénica que en el mundo se empezaron a utilizar desde comienzos del siglo XX.
 La empresa multinacional Monsanto fue fundada en 1901, en St. Louis Missouri, Estados Unidos. Empezó desempeñándose como distribuidor de sacarina y luego endulzantes, haciéndose en este último rubro principal proveedor de Coca Cola. En 1920 se dedicó a la química industrial, desarrollando ácido sulfúrico, y hacia 1938 se hizo de Fiberloid Corp y el cincuenta por ciento de Shawinigan Resins, empresas dedicadas a la fabricación de plásticos y resinas.
 Hoy en día Monsanto es una empresa transnacional que, según nuestro criterio y la información obtenida durante el trabajo, intenta monopolizar el mercado de producción de alimentos de base transgénica. Esto lo desarrollaremos a lo largo del presente texto intentando explicitar porqué es ésta nuestra conclusión.
 Fuentes trabajadas
 Las fuentes trabajadas a lo largo de este escrito fueron amplias y variadas, partiendo de las más accesibles páginas de información general, como wikipedia por ejemplo, hasta la búsqueda de un video documental de dos horas aproximadamente, llamado “El mundo según Monsanto”, que utilizamos como mayor eje de análisis debido a su amplio espectro de citas, entre ellas Jeremy Rifkin, y al enfoque que utilizaron sus directores. 
Según el sitio oficial de Monsanto Argentina, www.monsanto.com.ar, “Monsanto es una empresa relativamente nueva, si bien comparte el nombre y la historia de una compañía que fue fundada en 1901, la Monsanto de hoy se centra en la agricultura y el apoyo a los agricultores de todo el mundo en su misión de producir más y a la vez conservar más”. También afirma que su objetivo son las problemáticas de conservación y aumento de la productividad de los cultivos mediante la maximización de la cosecha.
 Según otras fuentes, como el documental ya citado y adjunto a este trabajo, wikiepdia, aldeanatural.com, redtercermundo.org.uy, biotech.bioetica.org/i5.htm, Monsanto tiene una historia que genera sospechas acerca de su concepción ética del desarrollo biotecnológico, ya que, por ejemplo, en 1935, adquirió dentro de sus negocios a la empresa que comercializaba policroruro de bifenilo: Anniston Ordnance Company, más conocido como PCB. Este químico es un aislante que se utilizó debido a sus características anti-inflamatorias. Pero se comprobó, hacia 1970, que este compuesto organoclorado era un agente perjudicial para el medio ambiente, siendo cancerígeno y considerado por el programa de Naciones Unidas como uno de los doce contaminantes más nocivos fabricados por el ser humano. Esto lo comprobamos en el documental trabajado, donde se muestra a los ciudadanos de Alabama, en su mayoría negros, que albergaban en su sangre grandes cantidades de este residuo tóxico, que fue enterrado en la zona, con consentimiento del Estado, contaminando las napas subterráneas y el agua de la zona.
 Las fuentes que pueden encontrarse para trabajar este tema están polarizadas, ya que no se consiguen posturas neutrales al respecto de los efectos letales de todos los químicos utilizados por Monsanto a lo largo de su historia. A lo que se suma el monopolio económico productivo y el despojamiento cultural en algunas zonas donde la agricultura todavía es inherente a prácticas culturales.
 Monsanto en el mundo
 Actualmente Monsanto es el mayor vendedor mundial de semillas transgénicas en Latinoamérica, Estados Unidos y Canadá. Sus cultivos representan más del noventa por ciento de todos los cultivos transgénicos del mundo. Tiene sedes en Albania, Argelia, Argentina, Australia, Bangladesh, Bielorrusia, Bélgica, Brasil, Bulgaria, Canadá, China, Chile, Colombia, Croacia, Chipre, República Checa, Dinamarca, Ecuador, Egipto, Finlandia, Alemania, Grecia, Guatemala, Honduras, Hungría, Indonesia, India, Irlanda, Israel, Italia, Japón, Jemen, Jordania, Jordan, Kazakhstan, Kenia, Corea, Kuwait, Lebanon, Libya, Malawe, Malasia, México, Holanda, Nueva Zelanda, Nicaragua, Noruega, Omán, Pakistán, Paraguay, Perú, Filipinas, Polonia, Portugal, Porto Rico, Rumania, Rusia, Arabia Saudita, Senegal, Singapur, Eslovaquia, Suráfrica, España, Sri Lanka, Suiza, Suecia, Siria, Taiwán, Tailandia, Tunes, Turquía, Uganda, Ucrania, Emiratos Árabes Unidos, Reino Unido, Estados Unidos, Uruguay, Uzbekistán, Venezuela, Vietnam y Zimbawe.
 La multinacional fue productora de la síntesis somatotropina bovina, un tipo de hormona que incrementa la producción de leche en un veinte por ciento aproximadamente. Este producto se permitió para comercializar en México, Brasil, Rusia, Corea, Colombia, Egitpo, Costa Rica, Emiratos Árabes Unidos, Israel, Honduras, Kenia Jamaica, Perú, Namibia, Eslovaquia, Turquía, Sudáfrica y Zimbawe. Pero está prohibida en Canadá y la Unión Europea. Estos últimos esgrimen que dicha hormona puede causar daños no sólo por consecuencias como la mamitis, erupciones en la piel, dolores en las extremidades, articulaciones e inflamaciones en las ubres, sino por los antibióticos que deben introducirse en la vaca a efectos de tratar la infección de estas últimas.
 Justificación y conceptualización del tema
  Los anteriores datos sobre Monsanto fueron recogidos con fines de tejer las relaciones pertinentes con los temas de la unidad. Entendemos importante destacar que el desarrollo sustentable, entendido como “un proceso de cambio y de transición hacia nuevas formas de consumir, producir y distribuir, pero también hacia nuevas formas de ser, estar y conocer, adaptativo a las transformaciones estructurales, potenciador del ingenio humano y comprometido con la evolución de la vida” según una de las definiciones dadas por Jimenez Herrero, a lo que se podría agregar también que la noción de sostenibilidad emerge como un proceso de cambio estructural, hacia nuevas formas de convivialidad global con un sentido de perdurabilidad a largo plazo y la responsabilidad de la generación actual consigo misma y con las generaciones venideras; decimos, ésta concepción del desarrollo sustentable está íntimamente vinculada al desequilibrio ecológico que genera Monsanto.
 Consideramos pertinente empezar a explicar este desequilibrio por un producto que empezó a comercializarse en los Estados Unidos en 1914, según nuestras fuentes, pero que alcanzó su mayor éxito hacia 1976 aproximadamente, llamado: Roundup. Este es un herbicida que, según Monsanto, puede ser utilizado como parte de un programa de control de malezas y en forma respetuosa del medio ambiente, con la visión de la agricultura sostenible. A lo que se podría sumar que la empresa lo presenta como un biodegradable.
 Las críticas más sólidas en relación a este producto se basan en el daño que causa a la tierra y al medio ambiente, en total contradicción con las construcciones publicitarias que se hacen de Monsanto. Esto está ligado a proliferación de los OGM (Organismos Genéticamente Modificables), que la empresa se encarga de elaborar, con fines de fusionarlos al uso del herbicida, reduciendo así el espectro de consumo a sus propios productos.
 Más allá de este monopolio económico-productivo que genera Monsanto, por el momento nos vamos a ceñir a la contradicción que significa para el desarrollo sustentable, entendido en los términos de Jimenez Herrero, el uso de estos productos.
 Monsanto: el desarrollo sostenible, la demografía, el cambio cultural y la monopolización productiva como efectos coercitivos
 El concepto de desarrollo sostenible citado de Jimenez Herrero tiene una connotación de cambio estructural, es decir, un cambio de significación cultural en los países que más consumen en el mundo para una estabilización de los recursos, con fines de apertura a todos. Se instala aquí una cosmovisión global, mundial, de la ecología, que tiene raigambre ética, proponiendo así una transformación de conciencia en todas las sociedades del planeta.
 Esta concepción de Herrero, sobre todo en los párrafos en los que afirma que “el cambio de rumbo hacia una sostenibilidad planetaria, más que ajustar las necesidades humanas, suponer reducir, en primer lugar, las necesidades de las sociedades privilegiadas para no restar posibilidades a las sociedades desposeídas…”, según la información que pudimos recolectar sobre Monsanto, es un tanto utópica, ya que el poder económico que tiene esta empresa y que ejerce sobre los países en los que se instaló, nos lleva a la hipótesis de que dicha sostenibilidad planteada por Jimenez Herrero se agota en lo discursivo, ya que la única manera de regular la usurpación económica, política y cultural que Monsanto efectúa en cada país en los que se instala, sería mediante el marco legal que, siguiendo los textos relacionados a globalización y transnacionalismo, se encuentra debilitado en relación al poderío económico. Para ser más preciso, los Estados se encuentran fragmentados debido a la internacionalización de los capitales.
 Otra arista importante a destacar es la negación que también ejercen sobre la concepción de desarrollo sostenible de Jimenez Herrero, los químicos elaborados por Monsanto, como en el caso de Roundup, que producen un doble efecto: en los seres humanos y en la tierra misma. Como ejemplo citamos del documental la generación de las primeras etapas de desarrollo del cáncer planteada por científicos. Y sobre la tierra también se comprobaron los efectos nocivos de este producto, cuando en 1997 Monsanto tuvo que cambiar sus anuncios publicitarios, por orden judicial, en el sentido de borrar las referencias a la biodegradabilidad  y al carácter ambiente-positivo del herbicida.
 En lo demográfico, también encontramos en nuestras fuentes incidencias negativas para con Monsanto, ya que, como en los casos de Paraguay, muchos trabajadores campesinos, debido a la pérdida de esos terrenos sometidos al monocultivo de la soja y a las enfermedades que acarrea, inevitablemente, deben dirigirse a centros urbanos donde tienen que cambiar su modo de vida; adaptándose a la urbe, buscando empleo y con la posibilidad, casi seguridad, de vivir bajo condiciones de pobreza, acentuándose así la desigualdad.
 Otro aspecto ligado a la demografía, que en términos de desigualdad estaría condicionando el desarrollo sustentable, es la expansión de lo que se denomina “el desierto verde”, que debido a las extensas y crecientes plantaciones de soja, funciona como acicate de lo que Ehrlich denomina “la capacidad de carga”, que hace referencia al hecho de que una población, en una ciudad determinada, no puede mantenerse sin que los recursos no renovables disminuyan aceleradamente. Es decir, se genera la saturación de los usos de los recursos, ya que la capacidad de consumo va a ser mayor a la capacidad de renovación de esos recursos.
 En lo cultural, siguiendo los textos de Garcia Canclini, en los desarrollos sobre “lo propio y lo ajeno”, como una oposición que se desdibuja, señala el autor: “nadie está contento con lo que tiene. Esa conclusión manifestaba muchas ideas a la vez: la satisfacción por lo que habían conseguido quienes pasaron del campo a las ciudades, por los avances de la industrialización y el advenimiento a la existencia cotidiana de nuevos recursos de confort”.
 Encontramos en estas afirmaciones una falta de adecuación en relación a lo que pudimos observar en nuestras fuentes, en el documental precisamente, ya que en México, por ejemplo, una comunidad de campesinos, sentía amenazado su maíz autóctono, es decir, su forma de cosechar, de consumir y, de alguna manera, de vivir su herencia cultural, debido a la proliferación de semillas transgénicas que se habían propagado en la zona influenciando la genética de sus propios cultivos. Esto puede observarse con claridad en el video documental adjunto a este trabajo.
 La crítica que inferimos al párrafo citado de Canclini la planteamos en un sentido lato, no sobre su texto precisamente, pero consideramos que hay una lucha de lo propio y lo ajeno, y que la disipación de ambas esferas es lo que evidencia este ejemplo que nombramos en la comunidad mexicana. Reboratti señala en la misma línea: “la homogeneidad de las costumbres significó la gradual desaparición de centenas de cereales, semillas, frutas, y fibras de alimento y uso cotidiano. Estos componentes fueron reemplazados por cuatro reyes de la alimentación global: el trigo, el maíz, el arroz y la soja. De los cientos de tipos de maíz que existían en el mundo andino sólo subsisten unos pocos”.
 Conclusión crítica
Durante el transcurso de este trabajo pudimos mostrar el afán de estas empresas de conseguir ganancias a cualquier costo, modificando e imponiendo hábitos alimenticios que poco distan de ser los más recomendables para la vida humana, en cada tramo de este trabajo siempre nos sustentamos con los textos que sumado a los videos nos orientaron en nuestra posición.
Es claro que estas empresas como Monsanto prosperan por las necesidades de los gobiernos de incrementar sus exportaciones y por que el nuevo esquema global hace que los estados no tengan autonomía en algunas decisiones, es decir que generalmente las empresas transnacionales o multinacionales pueden acaparar mas esferas de poder que las tradicionalmente conocidas, por citar un ejemplo en Estados Unidos la Administración de alimentos y drogas permitió que Monsanto prosperara con su producto estrella la Soja Roundap, a pesar de los componentes que se la aplicaba, también pudimos denotar la permeabilidad de los controles y de la manipulación de los intereses capitalistas sobre los riesgos que dicho producto presentaba y de la corrupción de las áreas gubernamentales respecto a la toma de decisiones y privilegios que se les otorgaron.
Otro punto importante es la monopolización de estos productos, con los cual implica un impacto negativo en los pequeños y medianos  productores, ya que según la empresa abaratan los costos de herbicidas en otros elementos, cosa que no es cierta ya que muchos productores se ven constantemente a comprar más fertilizantes generando un desgaste monetario no solo para el productos  sino también para la tierra. Nos prometen mas productividad pero nos terminan dando suelos menos productivos y fértiles, no solo por los químicos que se aplican como el Glifosato sino también por las características que un monocultivo puede presentar en un área productiva. Nosotros pensamos que estas empresas operan con total impunidad por que los mismos estados las amparan, un ejemplo de esto son las diferentes campañas de difamación que los mismos empleados de Monsanto realizan contra científicos que están en contra de esta metodología aunque algunos estados como Canadá no adoptaron la política implementada en Estados Unidos, otros países demuestran una actitud bastante diferente o permisiva ante esta empresa y particularmente en América Latina donde se muestra una situación de desigualdad, Argentina, Paraguay o Brasil no tiene otra opción que acceder a estas empresas por que a través de ellas pueden estar insertas en el mundo, pero con costos tremendos para la sustentabilidad y para las generaciones venideras, arrasando las selvas, exigiendo los suelos a tal punto que se vuelven a largo plazo improductivos, creemos que esa desigualdad condiciona el desarrollo sustentable, vemos que las comunidades se ayudan mutuamente pero a veces los estados no acompañan en ese proceso.
También el proceso cultural conllevo a una perdida  en la identidad cultural, dejamos lo propio para entregarnos a lo ajeno por la simple razón de satisfacción que se encuentra inmersa nuestro mundo y nos olvidamos que nuestra manera de vivir está dañando nuestro planeta y nuestra supervivencia. Hoy por hoy le somos funcionales a estas empresas dado que los recursos que obtienen provienen del 80% del planeta para que sean consumidos por el 20% que generalmente es rico, y dado  que los estados no pueden desligarse del sistema terminan pactando con estas empresas como por ejemplo Monsanto. Creemos que son los propios pueblos los que pueden revertir esta situación, aunque dista de ser una realidad cercana, porque toda la sociedad está en riesgo y los pueblos no tienen el suficiente poder sobre estas multinacionales, pero si pueden exigirles a sus estados que se realicen los controles de forma rigurosa y que las legislaciones no sean tan volátiles, solo así se puede combatir a estas empresas y que dejemos de estar siempre en una situación de desigualdad, esto no es utópico, puesto que se demostró en Canadá. Monsanto avanzo gracias a la desregulación de los controles que se tendrían que haber realizado, otorgándoles un marco jurídico que garantizaba, la denominación principio de equivalencia sustancial, no diferenciaba una soja transgénica de una tradicional, pero este principio fue introducido por los organismos gubernamentales de control, ahora si lo enmarcamos en la globalización este principio se expandió por todo el mundo y con esa expansión Monsanto compro diferentes empresas vinculadas al agro, es obvio que cuanto más dependiente es el mundo de los transgénicos Monsanto incrementara sus ganancias e influencia de poder sobre los alimentos que se producen. Por lo que vimos en nuestras fuentes Monsanto es una empresa que trata de verse como el benefactor en la producción en los alimentos, pero en la realidad dista de serlo y no solo los agricultores en diferentes puntos del mundo se muestran reacios a esta tecnología sino también científicos; en resumen Monsanto trata de tapar su pasado ahora convirtiéndose en una empresa que promueve el desarrollo sustentable.
Finalizando esta conclusión, creemos que nuestro mundo según Monsanto es un mundo globalizado por los alimentos pero que en definitiva acentúa la interdependencia y el margen entre países pobre y altamente rico en el cual no se puede definir un desarrollo sustentable en el cual haya un equilibrio en nuestros hábitos y en la capacidad regenerativa de los suelos de los que tanto dependemos de nuestra subsistencia.    

Universidad Abierta Interamerica.
Carrera: 
Ciencia Política
Profesores: 
Lía Oviedo
Guillermo Colombo
Alumnos: 
Adrian Rocha

Federico Della Colletta
Enio Nascimento
Leandro Deyuanini
Javier Saius
Joelsa  Alexandra