El tema que como grupo elegimos desarrollar
está ligado a las problemáticas ambientales que se produjeron y se están
produciendo como consecuencia de la implementación de químicos en la producción
agrícola y alimenticia. Esto nos llevo a buscar, dentro de la temática que
propicia la bibliografía correspondiente, alguna entidad que represente el
desarrollo e implementación científica de los químicos para la agricultura.
La unidad que elegimos trabajar es la número
cuatro. Ésta parte de una pregunta retórica que versa: ¿La desigualdad
condiciona el desarrollo sustentable? La respuesta la intentaremos desarrollar
a lo largo del trabajo, pero antes consideramos necesario exponer ciertos datos
que hacen la base de nuestro informe.
Como consecuencia de nuestra búsqueda,
encontramos en la multinacional Monsanto, el más importante proveedor y
exponente de las nuevas tecnologías de alimentos de base transgénica que en el
mundo se empezaron a utilizar desde comienzos del siglo XX.
La empresa multinacional Monsanto fue fundada
en 1901, en St. Louis Missouri, Estados Unidos. Empezó desempeñándose como
distribuidor de sacarina y luego endulzantes, haciéndose en este último rubro
principal proveedor de Coca Cola. En 1920 se dedicó a la química industrial,
desarrollando ácido sulfúrico, y hacia 1938 se hizo de Fiberloid Corp y el cincuenta
por ciento de Shawinigan Resins, empresas dedicadas a la fabricación de
plásticos y resinas.
Hoy en día Monsanto es una empresa
transnacional que, según nuestro criterio y la información obtenida durante el
trabajo, intenta monopolizar el mercado de producción de alimentos de base
transgénica. Esto lo desarrollaremos a lo largo del presente texto intentando
explicitar porqué es ésta nuestra conclusión.
Fuentes trabajadas
Las fuentes trabajadas a lo largo de este
escrito fueron amplias y variadas, partiendo de las más accesibles páginas de
información general, como wikipedia por ejemplo, hasta la búsqueda de un video
documental de dos horas aproximadamente, llamado “El mundo según Monsanto”, que
utilizamos como mayor eje de análisis debido a su amplio espectro de citas,
entre ellas Jeremy Rifkin, y al enfoque que utilizaron sus directores.
Según
el sitio oficial de Monsanto Argentina, www.monsanto.com.ar,
“Monsanto es una empresa relativamente nueva, si bien comparte el nombre y la
historia de una compañía que fue fundada en 1901, la Monsanto de hoy se centra
en la agricultura y el apoyo a los agricultores de todo el mundo en su misión
de producir más y a la vez conservar más”. También afirma que su objetivo son
las problemáticas de conservación y aumento de la productividad de los cultivos
mediante la maximización de la cosecha.
Según otras fuentes, como el documental ya
citado y adjunto a este trabajo, wikiepdia, aldeanatural.com,
redtercermundo.org.uy, biotech.bioetica.org/i5.htm, Monsanto tiene una historia
que genera sospechas acerca de su concepción ética del desarrollo biotecnológico,
ya que, por ejemplo, en 1935, adquirió dentro de sus negocios a la empresa que
comercializaba policroruro de bifenilo: Anniston Ordnance Company, más conocido
como PCB. Este químico es un aislante que se utilizó debido a sus características
anti-inflamatorias. Pero se comprobó, hacia 1970, que este compuesto
organoclorado era un agente perjudicial para el medio ambiente, siendo
cancerígeno y considerado por el programa de Naciones Unidas como uno de los
doce contaminantes más nocivos fabricados por el ser humano. Esto lo
comprobamos en el documental trabajado, donde se muestra a los ciudadanos de Alabama,
en su mayoría negros, que albergaban en su sangre grandes cantidades de este
residuo tóxico, que fue enterrado en la zona, con consentimiento del Estado,
contaminando las napas subterráneas y el agua de la zona.
Las fuentes que pueden encontrarse para
trabajar este tema están polarizadas, ya que no se consiguen posturas neutrales
al respecto de los efectos letales de todos los químicos utilizados por
Monsanto a lo largo de su historia. A lo que se suma el monopolio económico
productivo y el despojamiento cultural en algunas zonas donde la agricultura
todavía es inherente a prácticas culturales.
Monsanto en el mundo
Actualmente Monsanto es el mayor vendedor
mundial de semillas transgénicas en Latinoamérica, Estados Unidos y Canadá. Sus
cultivos representan más del noventa por ciento de todos los cultivos
transgénicos del mundo. Tiene sedes en Albania, Argelia, Argentina, Australia,
Bangladesh, Bielorrusia, Bélgica, Brasil, Bulgaria, Canadá, China, Chile,
Colombia, Croacia, Chipre, República Checa, Dinamarca, Ecuador, Egipto,
Finlandia, Alemania, Grecia, Guatemala, Honduras, Hungría, Indonesia, India,
Irlanda, Israel, Italia, Japón, Jemen, Jordania, Jordan, Kazakhstan, Kenia,
Corea, Kuwait, Lebanon, Libya, Malawe, Malasia, México, Holanda, Nueva Zelanda,
Nicaragua, Noruega, Omán, Pakistán, Paraguay, Perú, Filipinas, Polonia,
Portugal, Porto Rico, Rumania, Rusia, Arabia Saudita, Senegal, Singapur,
Eslovaquia, Suráfrica, España, Sri Lanka, Suiza, Suecia, Siria, Taiwán,
Tailandia, Tunes, Turquía, Uganda, Ucrania, Emiratos Árabes Unidos, Reino
Unido, Estados Unidos, Uruguay, Uzbekistán, Venezuela, Vietnam y Zimbawe.
La multinacional fue productora de la síntesis
somatotropina bovina, un tipo de hormona que incrementa la producción de leche
en un veinte por ciento aproximadamente. Este producto se permitió para
comercializar en México, Brasil, Rusia, Corea, Colombia, Egitpo, Costa Rica,
Emiratos Árabes Unidos, Israel, Honduras, Kenia Jamaica, Perú, Namibia,
Eslovaquia, Turquía, Sudáfrica y Zimbawe. Pero está prohibida en Canadá y la
Unión Europea. Estos últimos esgrimen que dicha hormona puede causar daños no
sólo por consecuencias como la mamitis, erupciones en la piel, dolores en las
extremidades, articulaciones e inflamaciones en las ubres, sino por los
antibióticos que deben introducirse en la vaca a efectos de tratar la infección
de estas últimas.
Justificación y conceptualización del tema
Los anteriores datos sobre Monsanto fueron
recogidos con fines de tejer las relaciones pertinentes con los temas de la
unidad. Entendemos importante destacar que el desarrollo sustentable, entendido
como “un proceso de cambio y de transición hacia nuevas formas de consumir,
producir y distribuir, pero también hacia nuevas formas de ser, estar y
conocer, adaptativo a las transformaciones estructurales, potenciador del
ingenio humano y comprometido con la evolución de la vida” según una de las
definiciones dadas por Jimenez Herrero, a lo que se podría agregar también que
la noción de sostenibilidad emerge como un proceso de cambio estructural, hacia
nuevas formas de convivialidad global con un sentido de perdurabilidad a largo
plazo y la responsabilidad de la generación actual consigo misma y con las
generaciones venideras; decimos, ésta concepción del desarrollo sustentable
está íntimamente vinculada al desequilibrio ecológico que genera Monsanto.
Consideramos pertinente empezar a explicar
este desequilibrio por un producto que empezó a comercializarse en los Estados
Unidos en 1914, según nuestras fuentes, pero que alcanzó su mayor éxito hacia
1976 aproximadamente, llamado: Roundup. Este es un herbicida que, según
Monsanto, puede ser utilizado como parte de un programa de control de malezas y
en forma respetuosa del medio ambiente, con la visión de la agricultura
sostenible. A lo que se podría sumar que la empresa lo presenta como un
biodegradable.
Las críticas más sólidas en relación a este
producto se basan en el daño que causa a la tierra y al medio ambiente, en
total contradicción con las construcciones publicitarias que se hacen de
Monsanto. Esto está ligado a proliferación de los OGM (Organismos Genéticamente
Modificables), que la empresa se encarga de elaborar, con fines de fusionarlos
al uso del herbicida, reduciendo así el espectro de consumo a sus propios
productos.
Más allá de este monopolio
económico-productivo que genera Monsanto, por el momento nos vamos a ceñir a la
contradicción que significa para el desarrollo sustentable, entendido en los
términos de Jimenez Herrero, el uso de estos productos.
Monsanto: el desarrollo sostenible, la
demografía, el cambio cultural y la monopolización productiva como efectos coercitivos
El concepto de desarrollo sostenible citado de
Jimenez Herrero tiene una connotación de cambio estructural, es decir, un
cambio de significación cultural en los países que más consumen en el mundo
para una estabilización de los recursos, con fines de apertura a todos. Se
instala aquí una cosmovisión global, mundial, de la ecología, que tiene raigambre
ética, proponiendo así una transformación de conciencia en todas las sociedades
del planeta.
Esta concepción de Herrero, sobre todo en los
párrafos en los que afirma que “el cambio de rumbo hacia una sostenibilidad
planetaria, más que ajustar las necesidades humanas, suponer reducir, en primer
lugar, las necesidades de las sociedades privilegiadas para no restar
posibilidades a las sociedades desposeídas…”, según la información que pudimos
recolectar sobre Monsanto, es un tanto utópica, ya que el poder económico que
tiene esta empresa y que ejerce sobre los países en los que se instaló, nos
lleva a la hipótesis de que dicha sostenibilidad planteada por Jimenez Herrero
se agota en lo discursivo, ya que la única manera de regular la usurpación
económica, política y cultural que Monsanto efectúa en cada país en los que se
instala, sería mediante el marco legal que, siguiendo los textos relacionados a
globalización y transnacionalismo, se encuentra debilitado en relación al
poderío económico. Para ser más preciso, los Estados se encuentran fragmentados
debido a la internacionalización de los capitales.
Otra arista importante a destacar es la
negación que también ejercen sobre la concepción de desarrollo sostenible de
Jimenez Herrero, los químicos elaborados por Monsanto, como en el caso de
Roundup, que producen un doble efecto: en los seres humanos y en la tierra
misma. Como ejemplo citamos del documental la generación de las primeras etapas
de desarrollo del cáncer planteada por científicos. Y sobre la tierra también
se comprobaron los efectos nocivos de este producto, cuando en 1997 Monsanto tuvo
que cambiar sus anuncios publicitarios, por orden judicial, en el sentido de
borrar las referencias a la biodegradabilidad
y al carácter ambiente-positivo del herbicida.
En lo demográfico, también encontramos en
nuestras fuentes incidencias negativas para con Monsanto, ya que, como en los
casos de Paraguay, muchos trabajadores campesinos, debido a la pérdida de esos
terrenos sometidos al monocultivo de la soja y a las enfermedades que acarrea,
inevitablemente, deben dirigirse a centros urbanos donde tienen que cambiar su
modo de vida; adaptándose a la urbe, buscando empleo y con la posibilidad, casi
seguridad, de vivir bajo condiciones de pobreza, acentuándose así la
desigualdad.
Otro aspecto ligado a la demografía, que en
términos de desigualdad estaría condicionando el desarrollo sustentable, es la
expansión de lo que se denomina “el desierto verde”, que debido a las extensas
y crecientes plantaciones de soja, funciona como acicate de lo que Ehrlich
denomina “la capacidad de carga”, que hace referencia al hecho de que una
población, en una ciudad determinada, no puede mantenerse sin que los recursos
no renovables disminuyan aceleradamente. Es decir, se genera la saturación de
los usos de los recursos, ya que la capacidad de consumo va a ser mayor a la
capacidad de renovación de esos recursos.
En lo cultural, siguiendo los textos de Garcia
Canclini, en los desarrollos sobre “lo propio y lo ajeno”, como una oposición
que se desdibuja, señala el autor: “nadie está contento con lo que tiene. Esa
conclusión manifestaba muchas ideas a la vez: la satisfacción por lo que habían
conseguido quienes pasaron del campo a las ciudades, por los avances de la
industrialización y el advenimiento a la existencia cotidiana de nuevos
recursos de confort”.
Encontramos en estas afirmaciones una falta de
adecuación en relación a lo que pudimos observar en nuestras fuentes, en el
documental precisamente, ya que en México, por ejemplo, una comunidad de
campesinos, sentía amenazado su maíz autóctono, es decir, su forma de cosechar,
de consumir y, de alguna manera, de vivir su herencia cultural, debido a la
proliferación de semillas transgénicas que se habían propagado en la zona
influenciando la genética de sus propios cultivos. Esto puede observarse con
claridad en el video documental adjunto a este trabajo.
La crítica que inferimos al párrafo citado de
Canclini la planteamos en un sentido lato, no sobre su texto precisamente, pero
consideramos que hay una lucha de lo propio y lo ajeno, y que la disipación de
ambas esferas es lo que evidencia este ejemplo que nombramos en la comunidad
mexicana. Reboratti señala en la misma línea: “la homogeneidad de las
costumbres significó la gradual desaparición de centenas de cereales, semillas,
frutas, y fibras de alimento y uso cotidiano. Estos componentes fueron reemplazados
por cuatro reyes de la alimentación global: el trigo, el maíz, el arroz y la
soja. De los cientos de tipos de maíz que existían en el mundo andino sólo
subsisten unos pocos”.
Conclusión crítica
Durante
el transcurso de este trabajo pudimos mostrar el afán de estas empresas de
conseguir ganancias a cualquier costo, modificando e imponiendo hábitos
alimenticios que poco distan de ser los más recomendables para la vida humana,
en cada tramo de este trabajo siempre nos sustentamos con los textos que sumado
a los videos nos orientaron en nuestra posición.
Es
claro que estas empresas como Monsanto prosperan por las necesidades de los
gobiernos de incrementar sus exportaciones y por que el nuevo esquema global
hace que los estados no tengan autonomía en algunas decisiones, es decir que
generalmente las empresas transnacionales o multinacionales pueden acaparar mas
esferas de poder que las tradicionalmente conocidas, por citar un ejemplo en
Estados Unidos la Administración de alimentos y drogas permitió que Monsanto
prosperara con su producto estrella la Soja Roundap, a pesar de los componentes
que se la aplicaba, también pudimos denotar la permeabilidad de los controles y
de la manipulación de los intereses capitalistas sobre los riesgos que dicho
producto presentaba y de la corrupción de las áreas gubernamentales respecto a
la toma de decisiones y privilegios que se les otorgaron.
Otro
punto importante es la monopolización de estos productos, con los cual implica
un impacto negativo en los pequeños y medianos
productores, ya que según la empresa abaratan los costos de herbicidas
en otros elementos, cosa que no es cierta ya que muchos productores se ven
constantemente a comprar más fertilizantes generando un desgaste monetario no
solo para el productos sino también para
la tierra. Nos prometen mas productividad pero nos terminan dando suelos menos
productivos y fértiles, no solo por los químicos que se aplican como el
Glifosato sino también por las características que un monocultivo puede
presentar en un área productiva. Nosotros pensamos que estas empresas operan
con total impunidad por que los mismos estados las amparan, un ejemplo de esto
son las diferentes campañas de difamación que los mismos empleados de Monsanto
realizan contra científicos que están en contra de esta metodología aunque
algunos estados como Canadá no adoptaron la política implementada en Estados
Unidos, otros países demuestran una actitud bastante diferente o permisiva ante
esta empresa y particularmente en América Latina donde se muestra una situación
de desigualdad, Argentina, Paraguay o Brasil no tiene otra opción que acceder a
estas empresas por que a través de ellas pueden estar insertas en el mundo,
pero con costos tremendos para la sustentabilidad y para las generaciones
venideras, arrasando las selvas, exigiendo los suelos a tal punto que se
vuelven a largo plazo improductivos, creemos que esa desigualdad condiciona el
desarrollo sustentable, vemos que las comunidades se ayudan mutuamente pero a
veces los estados no acompañan en ese proceso.
También
el proceso cultural conllevo a una perdida
en la identidad cultural, dejamos lo propio para entregarnos a lo ajeno
por la simple razón de satisfacción que se encuentra inmersa nuestro mundo y
nos olvidamos que nuestra manera de vivir está dañando nuestro planeta y
nuestra supervivencia. Hoy por hoy le somos funcionales a estas empresas dado
que los recursos que obtienen provienen del 80% del planeta para que sean
consumidos por el 20% que generalmente es rico, y dado que los estados no pueden desligarse del
sistema terminan pactando con estas empresas como por ejemplo Monsanto. Creemos
que son los propios pueblos los que pueden revertir esta situación, aunque
dista de ser una realidad cercana, porque toda la sociedad está en riesgo y los
pueblos no tienen el suficiente poder sobre estas multinacionales, pero si
pueden exigirles a sus estados que se realicen los controles de forma rigurosa
y que las legislaciones no sean tan volátiles, solo así se puede combatir a
estas empresas y que dejemos de estar siempre en una situación de desigualdad,
esto no es utópico, puesto que se demostró en Canadá. Monsanto avanzo gracias a
la desregulación de los controles que se tendrían que haber realizado,
otorgándoles un marco jurídico que garantizaba, la denominación principio de
equivalencia sustancial, no diferenciaba una soja transgénica de una
tradicional, pero este principio fue introducido por los organismos
gubernamentales de control, ahora si lo enmarcamos en la globalización este
principio se expandió por todo el mundo y con esa expansión Monsanto compro
diferentes empresas vinculadas al agro, es obvio que cuanto más dependiente es
el mundo de los transgénicos Monsanto incrementara sus ganancias e influencia
de poder sobre los alimentos que se producen. Por lo que vimos en nuestras
fuentes Monsanto es una empresa que trata de verse como el benefactor en la
producción en los alimentos, pero en la realidad dista de serlo y no solo los
agricultores en diferentes puntos del mundo se muestran reacios a esta
tecnología sino también científicos; en resumen Monsanto trata de tapar su
pasado ahora convirtiéndose en una empresa que promueve el desarrollo
sustentable.
Finalizando esta
conclusión, creemos que nuestro mundo según Monsanto es un mundo globalizado
por los alimentos pero que en definitiva acentúa la interdependencia y el
margen entre países pobre y altamente rico en el cual no se puede definir un
desarrollo sustentable en el cual haya un equilibrio en nuestros hábitos y en
la capacidad regenerativa de los suelos de los que tanto dependemos de nuestra
subsistencia.
Universidad Abierta Interamerica.
Joelsa Alexandra
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